jueves, 22 de diciembre de 2011

Inmenso universo

Vamos a amarnos como si no hubiera mañana, vamos a besarnos como si nuestras bocas disfrutasen de su último aliento, abracémonos como si nos fueran a cortar los brazos. Esta noche, observando las estrellas del cielo, no quiero escuchar eso de que si quiero saber cuanto me quieres las cuente, no... Porque hoy, tumbados sobre ese prado que solo conocemos nosotros pienso demostrarte que te quiero con algo más que palabras, con hechos. No te soltaré un solo momento y cuando aparezca el deseo no pienso reprimirlo, hoy no. Hoy voy a amarte en cuerpo y alma. Compartamos este momento y que parezca que el universo es nuestro.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Sueños

Necesito escapar, huir, llorar... De esta sociedad que me maltrata. De este mundo contaminado de sentimientos perversos, agresivos... Y que se deja llevar por la desesperanza a la mínima decaída... Enseguida se dejan llevar por historias de que se acaba el mundo, pero no pueden admitir que existan finales felices, que no todo tiene por qué acabar mal... Yo no puedo vivir rodeada de tristeza o desaliento en todo momento. A mi alrededor necesito alegría, ánimo, risas, deseos, sueños y que más da si se hacen realidad o no, lo importante es pensar en ellos como si ya fueran un hecho, no son más que deseos de nuestra mente, y si creemos que son reales acabaran siéndolo. Al fin y al cabo, la vida es sueño y los sueños sueños son.

domingo, 11 de diciembre de 2011

Las cuatro estaciones

Imaginar un futuro... Es eso bueno? Tener esperanzas y motivaciones en la vida? O es malo hacerse ilusiones imaginando algo que puede que no llegue a existir? Sinceramente no me importa. A veces me siento en la ventana de mi cuarto, y mirando a su través imagino un momento en que ambos podamos contemplar un atardecer juntos. En frías noches de invierno, metida ya en la cama tapada hasta arriba pienso en cuando nos tumbemos en un sofá, tapados por una manta y veamos una película mientras tu abrazo me da calor. En verano, m gustaría bañarme contigo en ese mar cristalino que todos tenemos en nuestra imaginaciòn. Quizás en otoño quiera dar paseos de tu mano por parques llenos de hojas, o en primavera quiera tumbarme en algún prado a contemplar el cielo a tu lado. En fin, que sería de nosotros sin ilusiones, sin sueños?

sábado, 10 de diciembre de 2011

Presente

Hablan de presente, quizás bueno, quizás malo, quizás un poco de todo, pero simplemente hablan de él, a sus espaldas, puede que hasta sin su permiso, pero él no puede evitarlo porque ya está lejos. Cuando quieren hablar o disfrutar de un momento presente, el pasado ya se fue, y con él este presente. Sin embargo, no se habla del futuro, ¿por qué? ¿porque es mas poderoso? Quizás porque se le tiene miedo, nunca sabes como puede reaccionar o que puede hacer para que pagues lo que sea que has dicho o simplemente para asegurarse que hables bien de él, aunque es rebelde y suele llevarte la contraria por diversión. Es joven y le gustan los cambios, experimentar cosas nuevas, por eso está en continuo movimiento, jugando por nuestras vidas, mientras el pasado, mayor, a veces anciano, se lleva un recuerdo de nosotros y se acostumbra a sus viejos hábitos, alejándose cada vez más. Podemos elegir entre muchos y diferentes futuros distintos, como quien va a adoptar un perro a una perrera, pero solo hay un pasado, ese no cambia y no hay presente, este no existe.
El presente somos nosotros.

sábado, 3 de diciembre de 2011

La más importante ley de la vida...

El niño era rubio, con una sonrisa que incitaba al abrazo, con unas manitas llenas de curiosidad y unos ojos amables, serían de un gran hombre. En ese momento mientras lo observaba, sus pequeños pies tropezaron y cayó al suelo dándose un buen golpe. Rápidamente las lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos azules claros, y el llanto llenó el ambiente a su alrededor, llamando la atención de la gente que andaba cerca. Sin embargo, cuando alguien se acercó a ayudarle a levantarse y preguntarle si estaba bien, dejó de llorar, apartó la mano adulta con sus pequeñas manitas y se apoyó en el suelo para levantarse él solito. Dio un par de pasos, miró a la persona que le había ofrecido su ayuda y le regaló una sonrisa. Acto seguido, se volvió y echó a correr riéndose divertido, olvidados ya los moratones que le había podido causar. Definitivamente, sería un gran hombre, había aprendido una lección importante: caer es permitido, levantarse obligatorio.